Hace años hice esta Entrevista a María Toscano cuando participó en uno de nuestros Congresos de Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor. Hoy ha vuelto a aparecer en mi vida y al leerla me he dado cuenta de que -como ocurre con las grandes verdades- la información que contiene está totalmente actualizada. Así pues, os invito a escuchar las respuestas sabias de esta gran mujer. Licenciada en Filosofía y Antropología.  

Vivimos en un tiempo acelerado, donde los avances tecnológicos y los cambios sociales nos llevan a pensar que el mundo se está transformando vertiginosamente a nuestro alrededor.  

Queridos amigos, os invitamos a tomar estos escritos como punto de partida o inspiración para que cada uno de vosotros los vayáis desarrollando. Sabéis que la palabra es el primer paso de la creación, así que os animamos a hablar de esos nuevos marcos de referencia que tanto necesitamos para alcanzar ese mundo mejor que todos deseamos.  

Vivimos un momento bisagra en la historia de la humanidad. Mientras los viejos sistemas se tambalean —económicos, políticos, educativos, espirituales— están emergiendo nuevas formas de ver, sentir y habitar el mundo. Son los nuevos paradigmas, semillas de una civilización diferente que está buscando nacer. No son modas pasajeras ni utopías ingenuas: son respuestas profundas a una crisis de sentido global.  

Bailar es una práctica ancestral y poderosa que impacta positivamente en todos los niveles del ser integral: físico, energético, emocional, mental e incluso espiritual. La danza es una forma de expresión muy beneficiosa, que es utilizada por todas las culturas en ocasiones no como expresión de su identidad, sino también en modo terapéutico.  

Los nuevos paradigmas que marcarán el devenir del ser humano sobre la Tierra en el futuro serían aquellos que más influencia tienen sobre sus hábitos y necesidades sociales. Vamos a desarrollar los nuevos paradigmas que apuntamos en el artículo publicado a primeros de julio.  

Hay algo profundamente humano en imaginar lo que todavía no existe. Desde los albores de la humanidad hemos soñado con otros mundos posibles, mejores versiones de lo que somos y hacemos.  

El miedo a la muerte es una de las emociones más profundas y universales de la humanidad. Desde la antigüedad, los seres humanos han tratado de enfrentarse a este temor, que se deriva del instinto de supervivencia y del misterio de lo desconocido. Si bien es una emoción natural, también puede convertirse en una barrera que impide disfrutar plenamente de la vida.  

La meditación ha transcendido culturas y épocas; lo que comenzó como una práctica espiritual antigua ha encontrado un lugar importante en el ámbito del bienestar moderno. Más allá de una técnica para calmar la mente, la meditación es un viaje hacia el autoconocimiento, la claridad mental y la transformación personal.