En una galaxia muy lejana se encuentra el planeta Cordialidad. Es un planeta mágico con seres especiales donde reina la paz, el amor, la armonía y la felicidad.  

Os contaré una historia mágica, algo que sucedió hace mucho, mucho tiempo, tanto es así, que aún hoy en día, sigue ocurriendo; pero tan sólo, entre unos pocos afortunados, que, en su día, decidieron emprender un cambio en su vida. Trata de un camino, lleno de Magia, Luz, Ilusiones y sobre todo lleno de Amor, que tan solo podía realizarse si eras puro de corazón. Tantos años pasaron y tantos caminantes acudían a él, que lo llegaron a llamar el CAMINO DEL CORAZÓN.  

Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron.
El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.  

Allá, en lo más profundo del universo, donde el tiempo no tiempo, existe una fábrica de Resplandores, (Pequeñitos cúmulos de energía luminosa consciente), ansiosos por evolucionar hacia vibraciones más elevadas.

En la vibra-escuela les habían dicho que, en un maravilloso planeta llamado Gaia, existía un método llamado “El Camino Del Corazón”, que, de manera muy sutil, conseguía cambios como los que ellos añoraban.  

El mundo estaba aún en silencio, cuando de pronto una pequeña flor empezó a sentir los primeros destellos de la mañana…  

Y siguió caminando… Venía cansado de un largo viaje, pero al ver aquella estrella en el cielo, le invadió una extraña sensación.
Un hilo de luz se hizo visible, sentía que estaba conectado con su corazón.
Últimamente no tenía momentos muy gratificantes. Su vida se asemejaba a un puzle cuyas piezas no terminaban de encajar, así que decidió parar y disfrutar del momento.  

“Sería interesante una sociedad en donde cada uno pusiera su grano de arena permitiéndose ser quien es realmente”  

No es casual que una de las galaxias más hermosas del Universo se halle en la constelación de Andrómeda...  

Todos los cuentos tienen una única finalidad que es poder abrir la mirada de quién lo lee o lo escucha. Desde tiempos inmemoriales los cuentos, los relatos, han servido a la humanidad para adquirir una comprensión que de otra manera hubieran sido más difícil de integrar. El cuento nos predispone a un estado de apertura, de aceptación, de atención y nos coloca en el aquí y ahora. Esto facilita que la mente se calme y el corazón se abra permitiendo que conectemos con realidades más profundas de nosotros mismos.
Al finalizar siempre realizo un comentario, dicho comentario es orientativo, lo verdaderamente inteligente es que cada uno extraiga su propio comentario, su propia reflexión.