“Yo, al principio, no comprendía cómo podía estar toda España sin luz, llegaban rumores de que también afectaba a otros países pero, en contraste con tanta incertidumbre, yo estaba tranquila y confiada. Pensé lo privilegiada que soy por tanto como tengo y no valoro a veces lo suficiente. También pensé en la gente que no estaba tan tranquila como yo por diferentes motivos y les envié mis pensamientos de apoyo. La ausencia de sonidos, de luces y el hecho de encender unas velitas generó en mi un estado de paz increíble, me parecía estar en otro lugar y otra época. Dormí mejor que nunca. Incluso soñé y no me preocupé por la luz hasta las 9 de la mañana del día siguiente. Lola_Princesa del Riesgo - JAEN
“Yo por la tarde me dedique un rato a leer un libro que lo tenía apenas empezado hasta que se fue la luz del día. Luego una cena temprana con mi madre, con más tiempo y tranquilidad para hablar y a eso de las 22 a dormir. Tenía hasta ayer pendiente recuperar horas de sueño y escuchar más y tranquilizar mejor a mi madre que tiene 87 años, a la que le asaltan cada vez más miedos. Me gustó poder hacer todo eso, el apagón fue la excusa perfecta para atender a esas cosas importantes que quizá, de otro modo, no habría reparado en ellas.
Una de las cosas que hablé con mi madre era que no tenía sentido preocuparnos por hijos, hermanos, nietos… por si se habrían quedado encerrados, atascados, en peligro por ir conduciendo y no funcionar los semáforos ¿Haríamos algún bien, les servirá a ellos o a nosotros esa preocupación nuestra por ellos?
Le costaba atender mis argumentos, así que decidí no convencerla con palabras y si con mi actitud tranquila y confiada.
No estoy seguro de que ayer se le fuera del todo la preocupación que tenía, pero quizá la próxima vez puede que lo encare de una forma un tanto diferente. Recuerdo mencionarle que el 90% de las cosas que nos preocupan, a las que les damos mil vueltas en nuestra cabeza… no suceden nunca. Y cuando sucedan es cuando tendremos que ocuparnos (no preocuparnos) de ello.
A mí me gustó mucho la tarde/noche del apagón, aunque tenga que repetir mañana un examen de un curso que estaba haciendo, y me estaba saliendo bordado, necesario en el trabajo.” Rafa_Maestro Hechicero - GRANADA
“En mi caso me pilló durante mi turno completo de trabajo. Tuve la ocasión de dar muchos abrazos y todo el cariño de mi corazón a un señor de 91 años al que realizamos un TAC porque unos individuos llamaron a su puerta y le golpearon en su propia casa para robarle.
Me dolió bastante el corazón, el pobre señor no paraba de llorar.
El resto del trabajo fue bastante tranquilo y compartiendo con todas las vicisitudes de la situación.
Sentí inquietud de no poder localizar a mi hija sin saber, como todos, hasta donde podía alargarse el tema.
Me sentí curiosamente más conectada a las personas de lo habitual.” Luisa_Armonía Plena - MADRID
“En mi caso, me pillo en teletrabajo, desde casa. Cuando se fue la luz, lo primero que hice fue comunicarme con familiares y amigos para verificar que era masivo y no solo en mi pueblo.
Y a falta de luz eléctrica para la taladradora me puse a barnizar la pérgola.
Ha sido uno de esos momentos en que he comprendido que menos, es más.
Menos intoxicación informativa, menos conexión con las noticias, menos redes sociales, menos videos de Youtube…
Y más tranquilidad, conexión con la vida, la naturaleza, el momento presente.
Tras barnizar la madera, una cerveza en el vaso, un libro en la mano y cena fría mientras el sol poco a poco se ocultaba tras los árboles.
Me acosté cuando las estrellas salen, escuchando la radio y confiando en que mañana todo estaría bien.
Sin luz, sin wifi, sin 5G, sin Internet… a disfrutar de esos momentos sin radiaciones electromagnéticas.” Ángel_Percepción Interior – TOLEDO.
“Yo la verdad me sentí ayer muy afortunada de vivir donde vivo y estar alejada de todo el lio que se había montado, estar en la naturaleza inevitablemente te vuelve al Ser y me dio mucha tranquilidad. Solo pensaba en mi pareja que estaba en Madrid por trámites pero, afortunadamente, todo salió bien”. Nataly_Brisa de Primavera – CASTELLÓN.
“A mí el apagón me cogió trabajando en el hospital, trabajo en urgencias de pediatría. Empezaron a fallar los ordenadores y los aparatos de análisis clínicos. Afortunadamente, tenemos generadores y tuvimos luz y controlados los servicios especiales. Como teníamos que ahorrar electricidad por si acaso el apagón se alargaba, mientras había luz del sol y la atención lo permitía, estábamos con las luces apagadas, los padres y los niños se portaron de maravilla. Tuvimos que volver al papel, y hacer nuestro trabajo sanitario como antiguamente: con menos medios técnicos y más intuición y humanidad.
Entre paciente y paciente, tocó tranquilizar a alguna compañera de las más jóvenes y hablamos sin interrupciones de móviles, lo cual fue una grata experiencia.
Curiosamente, estuve tranquila y confiada todo el tiempo, sabía que mi madre estaba bien con mi hermano, aunque no había podido comunicarme con ellos y que mis hijas estaban seguras. La vuelta a casa en coche no me preocupaba porque en Jaén a las 21h. no se esperaba mucho tráfico y así fue.
Al llegar a mi pueblo aún no había anochecido del todo. Cuando llegué a casa me esperaba Paco y me sentí a salvo, feliz y agradecida.” Eva María_Plenitud – JAEN.
“Mi experiencia con el apagón ha sido de mucha preocupación. Estaba fuera de España y no nos ha faltado la electricidad y, a pesar de ello, me he sentido ciega y sorda. Mi hija de 19 años se había quedado sola en Madrid y desde las 13h. que pudo comunicarse para contarnos lo que sucedía y se quedó sin batería, no volvimos a saber nada hasta las 00h. que me escribió la madre de una amiga contándome que estaba en su casa y estaba bien. Durmió en su casa con ellas. En este caso, ellas fueron su luz y la mía.
Mi sentimiento durante esas horas fue de incertidumbre total. Siempre confiando en la vida, pero con mi corazón buscando a mi niña y con la esperanza de que no sintiera miedo si estaba sola en la oscuridad de la noche.” Charo_Luz Sanadora – MADRID.
“A mí me pillo con mi madre en el hospital, está ingresada, tiene pérdida macular en un 95% por lo que para ella la luz externa le parece relativa.
Todos estuvimos a la altura, familiares y profesionales. Todos dando normalidad a nuestros queridos enfermos, cuando uno irradia calma y control todo fluye.
Curiosamente a la 1:30 de la madrugada, cuando ya teníamos integrado que había que aceptar la situación, fue mi madre la que nos dijo: “Niños, ya ha vuelto la luz” y pudimos comprobar la claridad del pasillo de planta. Todos reímos por ser ella la que viera la primera sin ver… y seguimos durmiendo.” Mamen_Flor de la Canela – JAEN.
“Yo estuve paseando por la tarde en la playa de Sopelana. Estaba llena de gente como si fuera fin de semana o vacaciones. Todos estaban tranquilos y gozando cada uno de lo que hacía, parecía que el tiempo iba de otra manera. Me sentí muy bien sintiendo que había un ritmo distinto en mí y en los que me rodeaban”. Laura_Sonrisa Contagiosa - VIZCAYA.
“Yo estaba fuera de casa en una ruta por la naturaleza. Al llegar al lugar de parada antes de ir a comer me acerqué al mar. Al pasar por un parque escuché: Apagón en España y Portugal… pero seguí mi camino. Cuando me reuní con el grupo y me contaron lo del apagón pensé en la nevera y su contenido. A la mente me vino un segundo ataque de guerra como el 2020 pero más fuerte, sin poder comunicarnos, comer… Pero todo el grupo mantenía la serenidad. Pudimos comer el menú reservado y regresando a casa alrededor de las 18h. llegaron noticias de que volvía la luz. Pensé en la clase on line que tenía por la tarde y me dio miedo quedarme sin batería para el móvil que no funcionaba. Estaba serena, pero dando pasos para seguir adelante y continuar con lo que tenía organizado.” Mª. Jesus del Campo_Espiritu Libre – BILBAO.
“Sin semáforos, en una calle tan larga y ancha como Bravo Murillo en Madrid. Las personas esperaban un claro sin coches para pasar y los coches más moderados que de costumbre olvidaron las prisas de rally habituales.
En las calles de alrededor los vecinos sacaron sus sillas y dialogaban. Otros jugaban a las cartas en mesitas improvisadas. La sensación de relax era completa”. Inocencia Isabel_Luz. MADRID.
“Nosotros tuvimos un poco de miedo porque teníamos que ir a por mi hijo en coche y no había semáforos y tampoco agentes… y para mi sorpresa las personas nos comportamos genial, conduciendo con muchísimo respeto, por todas partes se veía a la gente dispuesta a ayudar y a colaborar.” Laura_Conseguidora de Retos Difíciles – VALLADOLID.
“Nosotros charlando sin tele. ¡qué felicidad! Y siendo conscientes de cuáles son las necesidades reales… necesitamos tan pocas cosas para vivir y nos sobra tanto... Nadie de mi alrededor entró en pánico, yo lo viví como un regalo inesperado”. Elisa_Estoy Contigo - JAEN.
“A mí me preocupaba que sin electricidad no hay neveras y no estamos acostumbrados a saber conservar alimentos sin frío…Lo sé porque a mí se me rompió la nevera durante la pandemia de 2020 y estuve 1 mes sin ella.” Paloma_Ninfa Esmeralda. MADRID.
“Nosotros tuvimos a una amiga con su hija durmiendo en casa, hicimos acampada en el salón, con muchas velitas y unas cuantas risas. Fueron momentos de comunicación diferente. Nos encantó vivirlos.” Patricia_Conexión – MADRID.
“Vinieron a casa a comer varios vecinos, pude estar con mi hijo adolescente sin un teléfono de por medio (algo que hacía mucho tiempo que no ocurría), me di una vuelta por mi pueblo y la gente estaba tranquila en la calle, hablando unos con otros… para mí fue espectacular.” Ainhoa_Chispa – MADRID.
“Es lunes por la mañana decido no ir a yoga y tomarme la mañana con calma porque el fin de semana había sido muy intenso... Al medio día observo que la campana extractora no tiene luz... ¡vaya se fundió la bombilla! -pienso- pero ya me dicen que falta la luz... Bueno, pasa ocasionalmente, ya volverá... Me doy cuenta después de que es más grave de lo normal porque me dicen que afecta a varios países incluido el nuestro...
Mi mente práctica piensa: tengo cocina a gas, velas para el atardecer y mi marido decide ir a comprar pilas a los chinos y rescatar una vieja radio... Lo básico está solucionado y lo gordo ya se arreglará...
Me comunico con mi hermana sobre las 14 h. y comentamos lo poco que sabemos.
A partir de las 15 h. pierdo la comunicación con el exterior... ni Internet, whatsapp o teléfono... Sensación de aislamiento total y falta de noticias... Me voy al coche a escuchar la radio.
Empatizo mucho con los viajeros de trenes porque el día anterior me tocó a mí ese viaje a casa desde Madrid...
No perdí la confianza de una pronta solución y con calma me adapté a las circunstancias... no salí de casa, me dediqué a charlar con la familia, a caminar por la finca y observar por la noche el maravilloso paisaje estrellado del cielo sobre mi cabeza... ha sido toda una experiencia ¡wow! Más impresionante que nunca por estar en luna nueva... Por cierto, la luna nueva en Tauro, que nos habla de valorar lo material... ¡casi nada!
También leí un buen rato a la luz de una linterna...
De madrugada volvía la luz y yo sin enterarme porque tocaba dormir...
Una experiencia más de la vida ¡Gracias!” - Marisol_Creadora de Magia – VIGO
“Aquí la luz volvió a las 2:30 de la madrugada. A mí me despertó la luz de las farolas de la calle porque dejé las persianas subidas. Nos mantuvimos informados con una radio pequeña de pilas que debe tener cerca de 30 años. Menos mal que la luz del día duró hasta las 22:30 de la noche… y luego encendimos velas.” Begoña_Corazón Libre – VIGO
“Yo aproveché para pasear con el perro por el monte sin prisa, para dormir mucho. Al principio sentí miedo a la situación, pero poco después me invadió una oleada de calma como si el mundo se parara y me pudiera permitir aprovechar la situación para parar con él. Íbamos por la montaña y Joan me dice: ¿te das cuenta del silencio? Para nosotros fue una tarde muy bonita. Después aproveché para charlar con mi marido desde la calma y a la luz de las velas.” Eva_Sueño de Luz – BARCELONA
“Nosotros empezamos a tomar consciencia de cuantas cosas dependen de la electricidad, y lo que podríamos encontrar de vuelta a casa: semáforos apagados, gasolineras cerradas, supermercados sin formas de pago ni cajas registradoras.
Se escuchaban sirenas de bomberos y pensábamos que estarían sacando a personas de ascensores, pasaban coches de policía, y pensamos que estarían regulando el tráfico.
Un poco de incertidumbre al estar incomunicados telefónicamente y con los niños en el colegio, sin saber si esperar a la salida normal, en mi caso a las 17:00 o que hacer. En el colegio todo funcionó con normalidad. Pero, realmente me sentí con mucha tranquilidad, es más sentí un gran alivio, y desee que la situación durara unos días y así tener un descanso, nada que hacer, aunque empatizaba con las empresas, fábricas y hospitales y comprendía que lo mejor era que volviese el suministro eléctrico.
Me dio un pelín de TOC con comprar agua, tener agua para beber.
Me hace replantearme ciertas cosas las ganas de parar, incluso de que el mundo vaya más despacio.
La gente por aquí salió a pasear, estaban las calles llenas, alegres, aunque con incertidumbre, y se respiraba tranquilidad. Todos en un orden civilizado, nos regulamos muy bien con el tráfico.” Silvia_Ser de Luz – SANTANDER.
“En casa tengo cocina de gas, vecinos y familiares pudieron calentar comida. Comentábamos, con un poco de incertidumbre, lo que estaba ocurriendo. Por la noche, a la luz de las velas, todos reunidos salimos a la calle a mirar el cielo, ¡qué maravilla, estaba espectacular! Hubo risas y comentarios de todo tipo, que si los extraterrestres, que si un ciberataque, reíamos mucho y pasamos momentos inolvidables.” Ma. Carmen_Caminante de Luz - CÓRDOBA
“Yo salí del trabajo a la media hora del corte para casa imaginando la que se montaría. Cuando llegue a casa, en la urbanización, la gente que teletrabajaba estaba fuera en la calle, tomando cervezas, así que salimos a tomar algo todos juntos. La gente sacaba bebida y comida, esperando a los tanques rusos, al menos el fin del mundo nos cogería borrachos y comidos. Sé que, por otra parte, la gente no lo pasó tan bien, algunos estuvieron atrapados en las carreteras, trenes y demás, tengo compañeros que tardaron 8 horas en llegar a sus casas.
Tuve la sensación de que el mundo se paraba y me hubiera gustado estar más días así. Parece que la vida nos da señales y creo que ha servido para saber lo frágiles que somos en una sociedad tan avanzada como ésta en la que dependemos totalmente de la luz.
Fue agradable volver unos pasos atrás, a hace unos años cuando en los pueblos no había luz. Yo llegué a vivir en verano de pequeño en una casa de campo, donde durante tres meses no teníamos luz, ni agua corriente, la luz eran velas, candiles y el agua sacada de un pozo, ¡y no soy tan mayor! pero recuerdo con añoranza aquellos momentos, donde el cielo era un mar de estrellas, el silencio y la capacidad de hacer otras cosas no tan materiales, nos acercaban más a la naturaleza. Nos estaría bien empleado una pandemia eléctrica. Pensando siempre, claro está, en proporcionar la energía que necesitan a aquellos sectores como los sanitarios.” Pepe_Árbol Sanador – MADRID
“Por mi parte, a pesar del humor negro que hubo en los primeros momentos con los vecinos, admiré mucho como enseguida hicimos piña, para organizarnos con los niños y darles la tranquilidad que necesitan, sin que notaran agobios o preocupaciones. Todos usábamos los móviles de todos en cuanto había señal para poder localizar a la familia que faltaba. Cada familia aportamos lo que teníamos para comer y cenar. Creamos un espacio fuera de casa con mesas y sillas hablando, riendo y sobre todo nos llamó la atención como nuestros hijos descubrieron lo que es una radio. Ese momento de los años 60 todos alrededor de la radio me trajo tantos recuerdos bonitos…” Sara_Pura Vida – MADRID
“La experiencia del apagón total fue algo que disfruté mucho, el silencio de máquinas, extractores y cualquier aparato eléctrico. Que estamos tan acostumbrados a tenerlos de fondo que no nos damos cuenta. Que paz y tranquilidad esas horas sin ruidos continuos. Eso sí, se escuchaba jaleo en la calle, pero eran los vecinos saliendo a las puertas y relacionándose entre ellos. Parece que la desconexión ha servido para conectarnos.
También noté muchos más pájaros revoloteando por las calles, me resultó curioso.
Hugo, mi hijo menor, me ha comentado hoy mientras almorzábamos que ayer se lo pasó muy bien, que le gustó eso de ir a buscar a los amigos a sus casas arriesgándose a qué no estuvieran. Que cuando se reunió al fin todo el grupo estuvieron todo el tiempo hablando y haciendo cosas divertidas, normalmente suele estar cada uno con su móvil. Me ha dicho que él podría estar sin Internet perfectamente, eso mismo me lo dice dos días antes y no me lo creo, porque vivía pegado al móvil. Tal vez el apagón nos ha encendido a la vida.” Marina_Pura Ilusión – CORDOBA
“Yo salí del trabajo sobre las 14:00h, me fui por un camino alternativo (de carros) ya que me comentaron que la carretera estaba intransitable, era un caos, mientras iba por el camino de tierra, pensaba que, no teniendo móvil, si a mí me pasaba algo por el camino, tardarían más en encontrarme, nadie sabía que yo iba por allí. Pensaba en las personas que habían salido de viaje por trabajo o por placer, te pille donde te pille, no puedes volver, Y si realmente duraba muchos días o era una invasión, ¿te imaginas que esto te pilla en una ciudad desconocida y sola?, esto me vino a la mente porque un compañero colombiano me dijo: “No sé qué hacer, yo aquí estoy solo”, se quedó en casa de otro compañero. Pensaba en las personas atrapadas en ascensores, en trenes y metros dentro de túneles, especialmente las de movilidad reducida o mayores. Al llegar a casa ya tenía luz y en la tele salió una chica que decía, que como no teníamos semáforos que la gente conducía por intuición, jajajaja, pensé... Definitivamente nos extinguimos.” Esther_Alma Libre – BARCELONA
“Yo estuve trabajando un poco con lo que quedaba de batería y luego dediqué la tarde a leer los nuevos libros de Luis. Pensaba en situaciones que damos por sentadas o que consideramos rutinarias y que se trastocan cuando nos vemos atrapados en la tecnología. La verdad es que me vino muy bien el parón. Ayer tenía dos clases y no podía comunicarme con las alumnas. Justo pude escuchar a mediodía un mensaje de mi hermana porque me preocupaban mis padres. Luis, gracias por acompañarme durante la tarde, jeje.” Jasone_Abrazo Sanador – BARCELONA
“Yo por la tarde me dedique un rato a leer un libro que lo tenía apenas empezado hasta que se fue la luz del día. Luego una cena temprana con mi madre, con más tiempo y tranquilidad para hablar y a eso de las 22 a dormir. Tenía hasta ayer pendiente recuperar horas de sueño y escuchar más y tranquilizar mejor a mi madre que tiene 87 años, a la que le asaltan cada vez más miedos. Me gustó poder hacer todo eso, el apagón fue la excusa perfecta para atender a esas cosas importantes que quizá, de otro modo, no habría reparado en ellas.
Una de las cosas que hablé con mi madre era que no tenía sentido preocuparnos por hijos, hermanos, nietos… por si se habrían quedado encerrados, atascados, en peligro por ir conduciendo y no funcionar los semáforos ¿Haríamos algún bien, les servirá a ellos o a nosotros esa preocupación nuestra por ellos?
Le costaba atender mis argumentos, así que decidí no convencerla con palabras y si con mi actitud tranquila y confiada.
No estoy seguro de que ayer se le fuera del todo la preocupación que tenía, pero quizá la próxima vez puede que lo encare de una forma un tanto diferente. Recuerdo mencionarle que el 90% de las cosas que nos preocupan, a las que les damos mil vueltas en nuestra cabeza… no suceden nunca. Y cuando sucedan es cuando tendremos que ocuparnos (no preocuparnos) de ello.
A mí me gustó mucho la tarde/noche del apagón, aunque tenga que repetir mañana un examen de un curso que estaba haciendo, y me estaba saliendo bordado, necesario en el trabajo.” Rafa_Maestro Hechicero - GRANADA
“En mi caso me pilló durante mi turno completo de trabajo. Tuve la ocasión de dar muchos abrazos y todo el cariño de mi corazón a un señor de 91 años al que realizamos un TAC porque unos individuos llamaron a su puerta y le golpearon en su propia casa para robarle.
Me dolió bastante el corazón, el pobre señor no paraba de llorar.
El resto del trabajo fue bastante tranquilo y compartiendo con todas las vicisitudes de la situación.
Sentí inquietud de no poder localizar a mi hija sin saber, como todos, hasta donde podía alargarse el tema.
Me sentí curiosamente más conectada a las personas de lo habitual.” Luisa_Armonía Plena - MADRID
“En mi caso, me pillo en teletrabajo, desde casa. Cuando se fue la luz, lo primero que hice fue comunicarme con familiares y amigos para verificar que era masivo y no solo en mi pueblo.
Y a falta de luz eléctrica para la taladradora me puse a barnizar la pérgola.
Ha sido uno de esos momentos en que he comprendido que menos, es más.
Menos intoxicación informativa, menos conexión con las noticias, menos redes sociales, menos videos de Youtube…
Y más tranquilidad, conexión con la vida, la naturaleza, el momento presente.
Tras barnizar la madera, una cerveza en el vaso, un libro en la mano y cena fría mientras el sol poco a poco se ocultaba tras los árboles.
Me acosté cuando las estrellas salen, escuchando la radio y confiando en que mañana todo estaría bien.
Sin luz, sin wifi, sin 5G, sin Internet… a disfrutar de esos momentos sin radiaciones electromagnéticas.” Ángel_Percepción Interior – TOLEDO.
“Yo la verdad me sentí ayer muy afortunada de vivir donde vivo y estar alejada de todo el lio que se había montado, estar en la naturaleza inevitablemente te vuelve al Ser y me dio mucha tranquilidad. Solo pensaba en mi pareja que estaba en Madrid por trámites pero, afortunadamente, todo salió bien”. Nataly_Brisa de Primavera – CASTELLÓN.
“A mí el apagón me cogió trabajando en el hospital, trabajo en urgencias de pediatría. Empezaron a fallar los ordenadores y los aparatos de análisis clínicos. Afortunadamente, tenemos generadores y tuvimos luz y controlados los servicios especiales. Como teníamos que ahorrar electricidad por si acaso el apagón se alargaba, mientras había luz del sol y la atención lo permitía, estábamos con las luces apagadas, los padres y los niños se portaron de maravilla. Tuvimos que volver al papel, y hacer nuestro trabajo sanitario como antiguamente: con menos medios técnicos y más intuición y humanidad.
Entre paciente y paciente, tocó tranquilizar a alguna compañera de las más jóvenes y hablamos sin interrupciones de móviles, lo cual fue una grata experiencia.
Curiosamente, estuve tranquila y confiada todo el tiempo, sabía que mi madre estaba bien con mi hermano, aunque no había podido comunicarme con ellos y que mis hijas estaban seguras. La vuelta a casa en coche no me preocupaba porque en Jaén a las 21h. no se esperaba mucho tráfico y así fue.
Al llegar a mi pueblo aún no había anochecido del todo. Cuando llegué a casa me esperaba Paco y me sentí a salvo, feliz y agradecida.” Eva María_Plenitud – JAEN.
“Mi experiencia con el apagón ha sido de mucha preocupación. Estaba fuera de España y no nos ha faltado la electricidad y, a pesar de ello, me he sentido ciega y sorda. Mi hija de 19 años se había quedado sola en Madrid y desde las 13h. que pudo comunicarse para contarnos lo que sucedía y se quedó sin batería, no volvimos a saber nada hasta las 00h. que me escribió la madre de una amiga contándome que estaba en su casa y estaba bien. Durmió en su casa con ellas. En este caso, ellas fueron su luz y la mía.
Mi sentimiento durante esas horas fue de incertidumbre total. Siempre confiando en la vida, pero con mi corazón buscando a mi niña y con la esperanza de que no sintiera miedo si estaba sola en la oscuridad de la noche.” Charo_Luz Sanadora – MADRID.
“A mí me pillo con mi madre en el hospital, está ingresada, tiene pérdida macular en un 95% por lo que para ella la luz externa le parece relativa.
Todos estuvimos a la altura, familiares y profesionales. Todos dando normalidad a nuestros queridos enfermos, cuando uno irradia calma y control todo fluye.
Curiosamente a la 1:30 de la madrugada, cuando ya teníamos integrado que había que aceptar la situación, fue mi madre la que nos dijo: “Niños, ya ha vuelto la luz” y pudimos comprobar la claridad del pasillo de planta. Todos reímos por ser ella la que viera la primera sin ver… y seguimos durmiendo.” Mamen_Flor de la Canela – JAEN.
“Yo estuve paseando por la tarde en la playa de Sopelana. Estaba llena de gente como si fuera fin de semana o vacaciones. Todos estaban tranquilos y gozando cada uno de lo que hacía, parecía que el tiempo iba de otra manera. Me sentí muy bien sintiendo que había un ritmo distinto en mí y en los que me rodeaban”. Laura_Sonrisa Contagiosa - VIZCAYA.
“Yo estaba fuera de casa en una ruta por la naturaleza. Al llegar al lugar de parada antes de ir a comer me acerqué al mar. Al pasar por un parque escuché: Apagón en España y Portugal… pero seguí mi camino. Cuando me reuní con el grupo y me contaron lo del apagón pensé en la nevera y su contenido. A la mente me vino un segundo ataque de guerra como el 2020 pero más fuerte, sin poder comunicarnos, comer… Pero todo el grupo mantenía la serenidad. Pudimos comer el menú reservado y regresando a casa alrededor de las 18h. llegaron noticias de que volvía la luz. Pensé en la clase on line que tenía por la tarde y me dio miedo quedarme sin batería para el móvil que no funcionaba. Estaba serena, pero dando pasos para seguir adelante y continuar con lo que tenía organizado.” Mª. Jesus del Campo_Espiritu Libre – BILBAO.
“Sin semáforos, en una calle tan larga y ancha como Bravo Murillo en Madrid. Las personas esperaban un claro sin coches para pasar y los coches más moderados que de costumbre olvidaron las prisas de rally habituales.
En las calles de alrededor los vecinos sacaron sus sillas y dialogaban. Otros jugaban a las cartas en mesitas improvisadas. La sensación de relax era completa”. Inocencia Isabel_Luz. MADRID.
“Nosotros tuvimos un poco de miedo porque teníamos que ir a por mi hijo en coche y no había semáforos y tampoco agentes… y para mi sorpresa las personas nos comportamos genial, conduciendo con muchísimo respeto, por todas partes se veía a la gente dispuesta a ayudar y a colaborar.” Laura_Conseguidora de Retos Difíciles – VALLADOLID.
“Nosotros charlando sin tele. ¡qué felicidad! Y siendo conscientes de cuáles son las necesidades reales… necesitamos tan pocas cosas para vivir y nos sobra tanto... Nadie de mi alrededor entró en pánico, yo lo viví como un regalo inesperado”. Elisa_Estoy Contigo - JAEN.
“A mí me preocupaba que sin electricidad no hay neveras y no estamos acostumbrados a saber conservar alimentos sin frío…Lo sé porque a mí se me rompió la nevera durante la pandemia de 2020 y estuve 1 mes sin ella.” Paloma_Ninfa Esmeralda. MADRID.
“Nosotros tuvimos a una amiga con su hija durmiendo en casa, hicimos acampada en el salón, con muchas velitas y unas cuantas risas. Fueron momentos de comunicación diferente. Nos encantó vivirlos.” Patricia_Conexión – MADRID.
“Vinieron a casa a comer varios vecinos, pude estar con mi hijo adolescente sin un teléfono de por medio (algo que hacía mucho tiempo que no ocurría), me di una vuelta por mi pueblo y la gente estaba tranquila en la calle, hablando unos con otros… para mí fue espectacular.” Ainhoa_Chispa – MADRID.
“Es lunes por la mañana decido no ir a yoga y tomarme la mañana con calma porque el fin de semana había sido muy intenso... Al medio día observo que la campana extractora no tiene luz... ¡vaya se fundió la bombilla! -pienso- pero ya me dicen que falta la luz... Bueno, pasa ocasionalmente, ya volverá... Me doy cuenta después de que es más grave de lo normal porque me dicen que afecta a varios países incluido el nuestro...
Mi mente práctica piensa: tengo cocina a gas, velas para el atardecer y mi marido decide ir a comprar pilas a los chinos y rescatar una vieja radio... Lo básico está solucionado y lo gordo ya se arreglará...
Me comunico con mi hermana sobre las 14 h. y comentamos lo poco que sabemos.
A partir de las 15 h. pierdo la comunicación con el exterior... ni Internet, whatsapp o teléfono... Sensación de aislamiento total y falta de noticias... Me voy al coche a escuchar la radio.
Empatizo mucho con los viajeros de trenes porque el día anterior me tocó a mí ese viaje a casa desde Madrid...
No perdí la confianza de una pronta solución y con calma me adapté a las circunstancias... no salí de casa, me dediqué a charlar con la familia, a caminar por la finca y observar por la noche el maravilloso paisaje estrellado del cielo sobre mi cabeza... ha sido toda una experiencia ¡wow! Más impresionante que nunca por estar en luna nueva... Por cierto, la luna nueva en Tauro, que nos habla de valorar lo material... ¡casi nada!
También leí un buen rato a la luz de una linterna...
De madrugada volvía la luz y yo sin enterarme porque tocaba dormir...
Una experiencia más de la vida ¡Gracias!” - Marisol_Creadora de Magia – VIGO
“Aquí la luz volvió a las 2:30 de la madrugada. A mí me despertó la luz de las farolas de la calle porque dejé las persianas subidas. Nos mantuvimos informados con una radio pequeña de pilas que debe tener cerca de 30 años. Menos mal que la luz del día duró hasta las 22:30 de la noche… y luego encendimos velas.” Begoña_Corazón Libre – VIGO
“Yo aproveché para pasear con el perro por el monte sin prisa, para dormir mucho. Al principio sentí miedo a la situación, pero poco después me invadió una oleada de calma como si el mundo se parara y me pudiera permitir aprovechar la situación para parar con él. Íbamos por la montaña y Joan me dice: ¿te das cuenta del silencio? Para nosotros fue una tarde muy bonita. Después aproveché para charlar con mi marido desde la calma y a la luz de las velas.” Eva_Sueño de Luz – BARCELONA
“Nosotros empezamos a tomar consciencia de cuantas cosas dependen de la electricidad, y lo que podríamos encontrar de vuelta a casa: semáforos apagados, gasolineras cerradas, supermercados sin formas de pago ni cajas registradoras.
Se escuchaban sirenas de bomberos y pensábamos que estarían sacando a personas de ascensores, pasaban coches de policía, y pensamos que estarían regulando el tráfico.
Un poco de incertidumbre al estar incomunicados telefónicamente y con los niños en el colegio, sin saber si esperar a la salida normal, en mi caso a las 17:00 o que hacer. En el colegio todo funcionó con normalidad. Pero, realmente me sentí con mucha tranquilidad, es más sentí un gran alivio, y desee que la situación durara unos días y así tener un descanso, nada que hacer, aunque empatizaba con las empresas, fábricas y hospitales y comprendía que lo mejor era que volviese el suministro eléctrico.
Me dio un pelín de TOC con comprar agua, tener agua para beber.
Me hace replantearme ciertas cosas las ganas de parar, incluso de que el mundo vaya más despacio.
La gente por aquí salió a pasear, estaban las calles llenas, alegres, aunque con incertidumbre, y se respiraba tranquilidad. Todos en un orden civilizado, nos regulamos muy bien con el tráfico.” Silvia_Ser de Luz – SANTANDER.
“En casa tengo cocina de gas, vecinos y familiares pudieron calentar comida. Comentábamos, con un poco de incertidumbre, lo que estaba ocurriendo. Por la noche, a la luz de las velas, todos reunidos salimos a la calle a mirar el cielo, ¡qué maravilla, estaba espectacular! Hubo risas y comentarios de todo tipo, que si los extraterrestres, que si un ciberataque, reíamos mucho y pasamos momentos inolvidables.” Ma. Carmen_Caminante de Luz - CÓRDOBA
“Yo salí del trabajo a la media hora del corte para casa imaginando la que se montaría. Cuando llegue a casa, en la urbanización, la gente que teletrabajaba estaba fuera en la calle, tomando cervezas, así que salimos a tomar algo todos juntos. La gente sacaba bebida y comida, esperando a los tanques rusos, al menos el fin del mundo nos cogería borrachos y comidos. Sé que, por otra parte, la gente no lo pasó tan bien, algunos estuvieron atrapados en las carreteras, trenes y demás, tengo compañeros que tardaron 8 horas en llegar a sus casas.
Tuve la sensación de que el mundo se paraba y me hubiera gustado estar más días así. Parece que la vida nos da señales y creo que ha servido para saber lo frágiles que somos en una sociedad tan avanzada como ésta en la que dependemos totalmente de la luz.
Fue agradable volver unos pasos atrás, a hace unos años cuando en los pueblos no había luz. Yo llegué a vivir en verano de pequeño en una casa de campo, donde durante tres meses no teníamos luz, ni agua corriente, la luz eran velas, candiles y el agua sacada de un pozo, ¡y no soy tan mayor! pero recuerdo con añoranza aquellos momentos, donde el cielo era un mar de estrellas, el silencio y la capacidad de hacer otras cosas no tan materiales, nos acercaban más a la naturaleza. Nos estaría bien empleado una pandemia eléctrica. Pensando siempre, claro está, en proporcionar la energía que necesitan a aquellos sectores como los sanitarios.” Pepe_Árbol Sanador – MADRID
“Por mi parte, a pesar del humor negro que hubo en los primeros momentos con los vecinos, admiré mucho como enseguida hicimos piña, para organizarnos con los niños y darles la tranquilidad que necesitan, sin que notaran agobios o preocupaciones. Todos usábamos los móviles de todos en cuanto había señal para poder localizar a la familia que faltaba. Cada familia aportamos lo que teníamos para comer y cenar. Creamos un espacio fuera de casa con mesas y sillas hablando, riendo y sobre todo nos llamó la atención como nuestros hijos descubrieron lo que es una radio. Ese momento de los años 60 todos alrededor de la radio me trajo tantos recuerdos bonitos…” Sara_Pura Vida – MADRID
“La experiencia del apagón total fue algo que disfruté mucho, el silencio de máquinas, extractores y cualquier aparato eléctrico. Que estamos tan acostumbrados a tenerlos de fondo que no nos damos cuenta. Que paz y tranquilidad esas horas sin ruidos continuos. Eso sí, se escuchaba jaleo en la calle, pero eran los vecinos saliendo a las puertas y relacionándose entre ellos. Parece que la desconexión ha servido para conectarnos.
También noté muchos más pájaros revoloteando por las calles, me resultó curioso.
Hugo, mi hijo menor, me ha comentado hoy mientras almorzábamos que ayer se lo pasó muy bien, que le gustó eso de ir a buscar a los amigos a sus casas arriesgándose a qué no estuvieran. Que cuando se reunió al fin todo el grupo estuvieron todo el tiempo hablando y haciendo cosas divertidas, normalmente suele estar cada uno con su móvil. Me ha dicho que él podría estar sin Internet perfectamente, eso mismo me lo dice dos días antes y no me lo creo, porque vivía pegado al móvil. Tal vez el apagón nos ha encendido a la vida.” Marina_Pura Ilusión – CORDOBA
“Yo salí del trabajo sobre las 14:00h, me fui por un camino alternativo (de carros) ya que me comentaron que la carretera estaba intransitable, era un caos, mientras iba por el camino de tierra, pensaba que, no teniendo móvil, si a mí me pasaba algo por el camino, tardarían más en encontrarme, nadie sabía que yo iba por allí. Pensaba en las personas que habían salido de viaje por trabajo o por placer, te pille donde te pille, no puedes volver, Y si realmente duraba muchos días o era una invasión, ¿te imaginas que esto te pilla en una ciudad desconocida y sola?, esto me vino a la mente porque un compañero colombiano me dijo: “No sé qué hacer, yo aquí estoy solo”, se quedó en casa de otro compañero. Pensaba en las personas atrapadas en ascensores, en trenes y metros dentro de túneles, especialmente las de movilidad reducida o mayores. Al llegar a casa ya tenía luz y en la tele salió una chica que decía, que como no teníamos semáforos que la gente conducía por intuición, jajajaja, pensé... Definitivamente nos extinguimos.” Esther_Alma Libre – BARCELONA
“Yo estuve trabajando un poco con lo que quedaba de batería y luego dediqué la tarde a leer los nuevos libros de Luis. Pensaba en situaciones que damos por sentadas o que consideramos rutinarias y que se trastocan cuando nos vemos atrapados en la tecnología. La verdad es que me vino muy bien el parón. Ayer tenía dos clases y no podía comunicarme con las alumnas. Justo pude escuchar a mediodía un mensaje de mi hermana porque me preocupaban mis padres. Luis, gracias por acompañarme durante la tarde, jeje.” Jasone_Abrazo Sanador – BARCELONA