Foto de William Farlow en Unsplash
Este objetivo debería ser prioritario en nuestra vida porque, una vez logrado, fluiríamos con el discurrir diario, sin sentir el deseo constante de obtener satisfacciones o metas que nunca llegan a dejarnos del todo contentos.
De esto se deduce, que no sólo no están sanos los que padecen una enfermedad declarada, sino todos aquellos que nos debatimos en incesantes "estados desarmónicos" y somos víctimas de incontroladas emociones que, de no llegar a ser eliminadas, terminarán por enfermarnos.
Los que conocemos frecuentes "alti-bajos", tanto físicos como emocionales, y agotamos nuestra energía tratando de entender qué nos sucede y buscando soluciones; sabemos que no podemos tomar el mando de lo que nos pasa porque somos arrastrados por "algo", oculto en nuestro interior y a lo que no encontramos manera de acceder, pero que nos da señales de su existencia a través de lo que sentimos o pensamos.
Si eso que sentimos o pensamos lo entendiéramos como el detector de la carga inconsciente que nos está vedada y lográsemos transformarlo; lógicamente estaríamos desactivando el material destructivo oculto, que nos está dañando. Pues bien, eso puede lograrlo cualquier persona que se lo proponga.
Para ello he diseñado un sencillo pero eficaz método que pretende dar a las personas que crean necesitarlo un "empujón" para tomar, el impulso energético que pueda faltarles; entregándoles, además, unas simples pero eficaces herramientas de trabajo que les servirán para tomar las riendas de su proceso existencial y, consecuentemente, las de su padecimiento.
Sin embargo, este sistema no les servirá de nada a aquellos que sólo "quieran curarse" sin poner nada de su parte; ya que se debe estar dispuesto a implicarse firme y decididamente en el deseo de sanación.
Esta técnica pretende que el individuo tome un atajo (en el tiempo) para llegar al bienestar total, sin necesidad de abandonar cualquier tratamiento que pudiera estar siguiendo, (por el contrario, consigue potenciar su efecto) ya sea de medicina convencional o alternativa; pero, naturalmente, el objetivo es prescindir, a corto plazo, de cualquiera de ellos.
Una sesión consiste en lo siguiente:
De esto se deduce, que no sólo no están sanos los que padecen una enfermedad declarada, sino todos aquellos que nos debatimos en incesantes "estados desarmónicos" y somos víctimas de incontroladas emociones que, de no llegar a ser eliminadas, terminarán por enfermarnos.
Los que conocemos frecuentes "alti-bajos", tanto físicos como emocionales, y agotamos nuestra energía tratando de entender qué nos sucede y buscando soluciones; sabemos que no podemos tomar el mando de lo que nos pasa porque somos arrastrados por "algo", oculto en nuestro interior y a lo que no encontramos manera de acceder, pero que nos da señales de su existencia a través de lo que sentimos o pensamos.
Si eso que sentimos o pensamos lo entendiéramos como el detector de la carga inconsciente que nos está vedada y lográsemos transformarlo; lógicamente estaríamos desactivando el material destructivo oculto, que nos está dañando. Pues bien, eso puede lograrlo cualquier persona que se lo proponga.
Para ello he diseñado un sencillo pero eficaz método que pretende dar a las personas que crean necesitarlo un "empujón" para tomar, el impulso energético que pueda faltarles; entregándoles, además, unas simples pero eficaces herramientas de trabajo que les servirán para tomar las riendas de su proceso existencial y, consecuentemente, las de su padecimiento.
Sin embargo, este sistema no les servirá de nada a aquellos que sólo "quieran curarse" sin poner nada de su parte; ya que se debe estar dispuesto a implicarse firme y decididamente en el deseo de sanación.
Esta técnica pretende que el individuo tome un atajo (en el tiempo) para llegar al bienestar total, sin necesidad de abandonar cualquier tratamiento que pudiera estar siguiendo, (por el contrario, consigue potenciar su efecto) ya sea de medicina convencional o alternativa; pero, naturalmente, el objetivo es prescindir, a corto plazo, de cualquiera de ellos.
Una sesión consiste en lo siguiente:
- Canalizo Energía Sanadora que, a través de las manos, le trasmito a la persona, recorriendo todo el cuerpo (Reiki), sintonizándola, además, con el magnetismo de la Tierra.
- Mientras la persona está recibiendo Energía Sanadora, estará completamente tranquila con el simple hecho de mantener su boca ensalivada.
- La persona aprende en el primer momento a trabajarse ella misma e implicarse en su proceso de sanación: observando su respiración y verbalizando los decretos o afirmaciones que le convienen, según el caso, con una actitud mental de entregase al proceso en el que se encuentre inmersa.
- Antes de abandonar la consulta le indico el trabajo que ha de hacer a partir de ahí; que es siempre sumamente sencillo.
- Si la persona absorbe la Energía Sanadora suficiente para iniciar su tarea individualmente, entiende lo que debe hacer y su finalidad y lo pone en práctica, puede que no tenga necesidad de ninguna otra sesión. Aunque, naturalmente, puede recibir tantas como sienta necesitar.
Son siempre los enfermos los que logran o no su curación. Del enfoque personal nace el "milagro". De ahí la importancia de responsabilizarse. No podemos dirigir, conscientemente, lo que nos ocurre, ni siquiera comprenderlo. Lo único que podemos hacer es llevar las riendas por el camino en que nos encontramos, aceptando y amando nuestro proceso de vida, sabiendo que forma parte del trayecto que debemos recorrer para llegar a donde todos queremos estar: a ese "estar sano, ser sano" que mencionaba al principio. Y desde ahí, comenzar a vivir plena y simplemente, sin que ello suponga ningún esfuerzo.
