A veces cuando las circunstancias lo permiten, la cigüeña hembra necesita alzar el vuelo y volar en unión de otras aves, no necesariamente cigüeñas que se va encontrando en sus planeos, pero todas con un objetivo común: conocer otros lugares, otras especies, explorar otras llanuras y otras montañas, otros ríos y otras ciudades. Ese impulso por conocer cómo viven, cómo se relacionan con sus creencias y sus semejantes, les lleva a extender sus alas y, dejándose llevar por el viento, vivir aquello que su mente y corazón les pide.
Sin embargo, nuestra amiga la cigüeña tiene muy claro que va a volver sobre sus pasos, que retornará a su nido junto a su compañero que, entretanto, ha estado cuidando de los polluelos echándola de menos. Él no puede volar tan lejos porque un día se chocó contra un cable eléctrico y se dañó un ala, lo que no le impide salir a cazar en territorios cercanos donde descubrir nuevos lugares especiales que luego enseñará a sus hijos.
La cigüeña viajera trae consigo, después de sus viajes, un montón de historias que cuenta con tal entusiasmo que todos los que la escuchan desean ir también a esos lugares y participar de las mismas experiencias que ha vivido ella.
Cada año oye los cantos de otras aves, las migratorias, que le preguntan si ese año volará de nuevo a lugares más cálidos y lejanos, pero ella sabe que tiene que dedicar tiempo a los suyos y, además, contar a otras aves lo importante que es dejarse llevar por el corazón para ir más alto, más lejos y más adentro. Su compañero la acompaña a veces, cuando los polluelos ya saben volar y buscan formar sus propios nidos. Vuelan juntos a pesar de las dificultades físicas que le impiden volar lejos pero no alto y adentro. Los dos saben que el hecho de volar juntos les hace observar mejor los paisajes, alejarse de los peligros de las aves cazadoras, como las águilas que les tienen un poco de envidia por el color de sus plumas, tan equilibrados el blanco y el negro, como el ying y el yan. De vez en cuando rozan las puntas de sus alas para asegurarse de que están cerca y tienen los mismos objetivos.
Cuando veáis una cigüeña volando o en su nido, pensad que están en él porque quieren, porque saben que tienen la posibilidad de volar y dar la vuelta al mundo, pero mejor en compañía que solos, porque en compañía se llega más lejos.
Sin embargo, nuestra amiga la cigüeña tiene muy claro que va a volver sobre sus pasos, que retornará a su nido junto a su compañero que, entretanto, ha estado cuidando de los polluelos echándola de menos. Él no puede volar tan lejos porque un día se chocó contra un cable eléctrico y se dañó un ala, lo que no le impide salir a cazar en territorios cercanos donde descubrir nuevos lugares especiales que luego enseñará a sus hijos.
La cigüeña viajera trae consigo, después de sus viajes, un montón de historias que cuenta con tal entusiasmo que todos los que la escuchan desean ir también a esos lugares y participar de las mismas experiencias que ha vivido ella.
Cada año oye los cantos de otras aves, las migratorias, que le preguntan si ese año volará de nuevo a lugares más cálidos y lejanos, pero ella sabe que tiene que dedicar tiempo a los suyos y, además, contar a otras aves lo importante que es dejarse llevar por el corazón para ir más alto, más lejos y más adentro. Su compañero la acompaña a veces, cuando los polluelos ya saben volar y buscan formar sus propios nidos. Vuelan juntos a pesar de las dificultades físicas que le impiden volar lejos pero no alto y adentro. Los dos saben que el hecho de volar juntos les hace observar mejor los paisajes, alejarse de los peligros de las aves cazadoras, como las águilas que les tienen un poco de envidia por el color de sus plumas, tan equilibrados el blanco y el negro, como el ying y el yan. De vez en cuando rozan las puntas de sus alas para asegurarse de que están cerca y tienen los mismos objetivos.
Cuando veáis una cigüeña volando o en su nido, pensad que están en él porque quieren, porque saben que tienen la posibilidad de volar y dar la vuelta al mundo, pero mejor en compañía que solos, porque en compañía se llega más lejos.