cglobal

Maletín de herramientas para un mundo mejor XVII



Rafael Ruiz Centeno

27/07/2022

Un par de nuevas propuestas personales para ponerte en marcha, sencillas, asequibles y al alcance de todos… Ya sabes: un pequeño paso, un gesto sencillo, un leve cambio de orientación y el resultado dentro de un tiempo será imprevisible. Hay una pregunta recomendable para hacerse: ¿Si sigo pensando como pienso, actuando como actúo, creyendo en lo que creo hoy… como será mi vida dentro de cinco años? Si la respuesta no la veo clara o no me satisface es el momento de darme cuenta de que el momento presente, es la oportunidad para empezar a generar cambios que decantarán un futuro mejor… y si yo cambio el mundo cambia conmigo.



Foto de Alexey Demidov en Unsplash
Foto de Alexey Demidov en Unsplash

Foto de Igor Érico en Unsplash
Foto de Igor Érico en Unsplash

38) Abrazando la verdad

La discusión de si es justificable mentir en alguna ocasión porque con ello se pueda evitar un mal mayor (esas mentiras “piadosas” de las que tanto hemos oído hablar) es muy antigua y probablemente seguirá animando a defensores y detractores durante mucho tiempo más. Y el caso es que escuchando los argumentos de unos y otros, seguro que en más de una ocasión nos hemos apuntado a alguna de esas posturas y, en un tiempo distinto y con unas circunstancias diferentes, nos hemos adherido a la contraria ¿Es posible que ese cambio de opinión obedezca a si nos sentimos personalmente afectados o no por esa mentira? Sí, creo que esa es una de las razones que más fácilmente nos pueden hacer cambiar de bando en este tema. Lo mismo que si la persona afectada es alguien a la que nos unen unos lazos especiales de implicación o de cariño.
 
Y si bien la flexibilidad es una práctica muy recomendable, tanto para nuestros principios éticos como para nuestro hacer diario, también es cierto que intentar seguir de una forma continua los valores y comportamientos que creamos acertados y justos, es signo de madurez y de avance y afianzamiento en entender de qué va eso que llamamos vida.
 
De acuerdo. Hace tiempo que ya aprendimos que cuando estemos en una encrucijada o en un dilema sobre qué es lo más correcto o cual puede ser la decisión mejor a tomar entre varias que nos tienen enredados, la más sencilla (en el sentido de la más simple) suele ser la más adecuada. Y si estamos de acuerdo en que si hay que elegir entre mentir o no mentir (sin tener en cuenta “graduaciones” o circunstancias colaterales) lo más adecuado es no mentir, ahí tenemos nuestra respuesta.
 
Pues bien, te animo a que asumas este reto y que, durante ese plazo que ya sabemos que genera cambios y que hace consolidarse formas distintas de sentir y de hacer, para quedarse de una forma definitiva en nosotr@s (21 días), no exista la más mínima mentira en tus actuaciones, en tus palabras ni en tus sentires. O, mejor dicho, que abraces tu verdad hasta en el más mínimo detalle.
 
Claro está que deberás utilizar las mejores maneras que sepas cuando tengas que expresar alguna de esas verdades que puedan hacer sentir incómodo a alguien de tu entorno, pero recuerda que la transparencia y la verdad son tan imprescindibles en una sociedad y en un mundo mejores, que merece la pena luchar por ellas. Y que tú lo estás haciendo posible.

39) Cada día, un freno menos

Grandes sabios de todos los tiempos y de distintas procedencias nos han hecho entender que el principal freno que tenemos para expresarnos tal y como somos y, por tanto, para poder ser felices en nuestra vida, es el miedo. Y que el verdadero antagonista del amor no es el odio, sino que es precisamente ese miedo del que luego nacen todo un elenco de actitudes y actuaciones de mayor o menor intensidad desequilibrantes y, por tanto, antinaturales.
 
Por otra parte, la única forma de interactuar para poder librarnos de esa cadena que nos impide avanzar, de esa carga tan pesada que nos limita y nos agota es encararlo directamente. Ante el miedo no vale hacer como si no existiera, mirar hacia otro lado pretendiendo que no está, o posponer enfrentarnos a él con la esperanza de que desaparezca por sí solo o porque alguien lo limpie de nuestro camino.
 
No, para vencer al miedo sólo podemos sumergirnos de lleno en él, comprobar si su verdadero tamaño es tal y como habíamos imaginado, luchar personalmente contra él porque si no es así no lo dejaremos definitivamente atrás nunca, no nos valdrá el ejemplo de otros por mucho que nos identifiquemos completamente con ellos, del mismo modo que para aprender a caminar necesitamos ser nosotros los que hagamos esos intentos de utilizar nuestras piernas, aún a pesar de darnos unos cuantos coscorrones.
 
Venga, vamos a ello. Agradezco la recomendación de mi amiga Charo-Luna que consiste en localizar cada día alguno de esos miedos que llevamos encima, o que se esconden en nuestro interior, y superarlos de la única manera posible: desafiarnos a nosotros mismos haciendo justo lo contrario de lo que ese miedo nos propone.
 
Da igual el tamaño del miedo al que nos toque enfrentarnos ese día. Puede ser un miedo pequeño (p.ej. dormir en completa oscuridad), un miedo “mediano” (p.ej. hablar en público a pesar del “nerviosismo” que ello nos produce) o uno mayor (p.ej. no expresar nuestros sentimientos por temor a ser rechazados). Miedo a utilizar un ascensor, a cambiar nuestras rutas habituales “por si acaso…”, a bailar para no hacer el ridículo, a regalar una flor para no ser considerad@ demasiado sensibler@, a sonreír porque eso ahora no se estila, a jugar a algo para no correr el riesgo de perder, a pensar bien “de primeras”, a hacer algo que sabemos hacer muy bien para que no nos lo vayan a pedir luego más veces, a intentar de nuevo algo simplemente porque “aquella vez no salió bien”, a mirarnos en un espejo, a abrazar o decir un “te quiero”…
 
Si nos ponemos a ello hay infinidad de miedos que podemos “tratarnos” a poco que identifiquemos que nos hacen ser o actuar de una forma diferente a como realmente somos y sentimos. Seguro que hay uno para cada día del que nos podemos liberar. Yo hoy tenía miedo a una pantalla de ordenador en blanco. Pero ya se me ha ido.
 
Y tú… ¡claro que puedes!




              



Artículo leído 148 veces


Nuevo comentario:

Los comentarios tienen la finalidad de difundir las opiniones que le merecen a nuestros lectores los contenidos que publicamos. Sin embargo, no está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o internacionales, así como tampoco insultos y descalificaciones de otras opiniones. Revista Conciencia Global se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere no se ajustan al tema de cada artículo o que no respeten las normas de uso. Los comentarios a los artículos publicados son responsabilidad exclusiva de sus autores. Revista Conciencia Global no asume ninguna responsabilidad sobre ellos. Los comentarios no se publican inmediatamente, sino que son editados por nuestra Redacción. Revista Conciencia Global podrá hacer uso de los comentarios vertidos por sus lectores para ampliar debates en otros foros de discusión y otras publicaciones.

Otros artículos de esta misma sección
< >

Viernes, 24 de Febrero 2023 - 20:01 Maletín de herramientas para un mundo mejor XX

Sábado, 26 de Noviembre 2022 - 18:00 Maletín de herramientas para un mundo mejor XIX









Artículos

Maletín de herramientas para un mundo mejor XX

24/02/2023 - Rafael Ruiz Centeno

Maletín de herramientas para un mundo mejor XIX

26/11/2022 - Rafael Ruiz Centeno

Maletín de herramientas para un mundo mejor XVIII

14/10/2022 - Rafael Ruiz Centeno

Maletín de herramientas para un mundo mejor XVII

27/07/2022 - Rafael Ruiz Centeno

Maletín de herramientas para un mundo mejor - XVI

22/05/2022 - Rafael Ruiz Centeno

Maletín de herramientas para un mundo mejor XV

10/05/2022 - Rafael Ruiz Centeno

Síguenos en las redes sociales
Facebook
Twitter
Rss


Síguenos en Facebook

últimos tweets



Libros para descarga