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Un mundo mejor, un mundo pacífico, un mundo justo, un mundo vibrante, un mundo hermoso … Ese mundo al que todos aspiramos. Pero no basta con desearlo, hemos de merecerlo. Y para eso tenemos que ponernos en marcha. Porque ese mundo soñado no nos va a venir caído del cielo, no se hará realidad sin nuestra aportación, no se nos regalará desde fuera si no lo hemos propiciado desde dentro. No cambiará todo si antes no hemos ido cambiando cada una de sus partes. Y ahí radica nuestra responsabilidad y nuestro poder. Tu poder. Haz que cambie tu mundo y después todo cambiará. Haz pequeños gestos, asume pequeños retos, desarrolla tus pequeños proyectos y comprueba lo que sucede. Y para ello el mejor consejo que nos han dado en los últimos años: abre tu corazón. Sólo eso. Y si quieres, cuéntanoslo. Hazlo a través del correo herramientasparaunmundomejor@hotmail.com y nosotros lo compartiremos con todos, porque ya sabes, ya sabemos, que el compartir multiplica los efectos en vez de sumarlos. Así ha sido siempre.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros tres, elige el que (o los que) resuenen algo en ti y adelante:
4) Transparencia y comunicación de sentimientos.
Te proponemos que busques a dos personas con las cuales no hayas realizado esto anteriormente y les expliques y les hagas ver que han sido importantes para tí en tu vida. Resérvate un tiempo y un espacio para ello, concierta una cita con ellas, invítales a un café o a cenar con ese único motivo y, mirándoles directamente a los ojos haz que oigan eso que es tan evidente pero que nunca antes habías pronunciado.
Si por las circunstancias actuales alguna de ellas está lejos, llámala primero para encontrar el momento en que a través del teléfono tengáis un rato libre y hazlo después a través de ese medio.
5) La convicción en tu felicidad.
Todos queremos ser felices, en realidad es el máximo objetivo para todos y cada uno de nosotros, ¿verdad? ¿Qué tal si reafirmamos la convicción de que podemos serlo?
Te proponemos que te fabriques tus propias pegatinas (ya sabes que existen post it de multitud de tamaños, formas, colores …) y que las vayas repartiendo por casa, por el trabajo, en el coche, por los sitios donde las veas con frecuencia, con frases del estilo:
- Soy una persona muy especial y merezco una felicidad muy especial.
- He decidido ser feliz.
- Si quiero puedo.
- Puedo atraer toda la felicidad que me proponga.
- La felicidad está en mí, sólo tengo que reconocerla.
- Hoy me abriré a la felicidad, y ella se quedará conmigo.
- La felicidad se hizo expresamente para mí.
- Sonríe, eres feliz.
Utiliza estas o compón tus propias frases animándote a experimentar tu felicidad.
Mantén tus pegatinas todo el tiempo que puedas y luego … luego comprueba si algo ha cambiado en tu vida.
6) El reto de los abrazos.
¿Cuántas veces despedimos nuestras comunicaciones (por teléfono, por carta, por e-mail) diciendo “un abrazo”? ¿Y cuántos abrazos damos al cabo del día? ¿Hay mucha diferencia entre ambas? ¿Sí? Pues entonces éste es un reto para tí. Te retamos a que des al día tres abrazos durante siete días seguidos. Pero deben ser abrazos de verdad, no una simple forma de saludo o despedida en la que no se implica tu corazón. Te sugerimos que empieces abrazando a tus personas más allegadas (que suelen ser a las que descuidamos más en este aspecto) como familia, amigos, compañeros, y que después vayas ampliando el círculo. Ah, y si algún día no se cumple … vuelta a empezar. Ánimo.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros tres, elige el que (o los que) resuenen algo en ti y adelante:
4) Transparencia y comunicación de sentimientos.
Te proponemos que busques a dos personas con las cuales no hayas realizado esto anteriormente y les expliques y les hagas ver que han sido importantes para tí en tu vida. Resérvate un tiempo y un espacio para ello, concierta una cita con ellas, invítales a un café o a cenar con ese único motivo y, mirándoles directamente a los ojos haz que oigan eso que es tan evidente pero que nunca antes habías pronunciado.
Si por las circunstancias actuales alguna de ellas está lejos, llámala primero para encontrar el momento en que a través del teléfono tengáis un rato libre y hazlo después a través de ese medio.
5) La convicción en tu felicidad.
Todos queremos ser felices, en realidad es el máximo objetivo para todos y cada uno de nosotros, ¿verdad? ¿Qué tal si reafirmamos la convicción de que podemos serlo?
Te proponemos que te fabriques tus propias pegatinas (ya sabes que existen post it de multitud de tamaños, formas, colores …) y que las vayas repartiendo por casa, por el trabajo, en el coche, por los sitios donde las veas con frecuencia, con frases del estilo:
- Soy una persona muy especial y merezco una felicidad muy especial.
- He decidido ser feliz.
- Si quiero puedo.
- Puedo atraer toda la felicidad que me proponga.
- La felicidad está en mí, sólo tengo que reconocerla.
- Hoy me abriré a la felicidad, y ella se quedará conmigo.
- La felicidad se hizo expresamente para mí.
- Sonríe, eres feliz.
Utiliza estas o compón tus propias frases animándote a experimentar tu felicidad.
Mantén tus pegatinas todo el tiempo que puedas y luego … luego comprueba si algo ha cambiado en tu vida.
6) El reto de los abrazos.
¿Cuántas veces despedimos nuestras comunicaciones (por teléfono, por carta, por e-mail) diciendo “un abrazo”? ¿Y cuántos abrazos damos al cabo del día? ¿Hay mucha diferencia entre ambas? ¿Sí? Pues entonces éste es un reto para tí. Te retamos a que des al día tres abrazos durante siete días seguidos. Pero deben ser abrazos de verdad, no una simple forma de saludo o despedida en la que no se implica tu corazón. Te sugerimos que empieces abrazando a tus personas más allegadas (que suelen ser a las que descuidamos más en este aspecto) como familia, amigos, compañeros, y que después vayas ampliando el círculo. Ah, y si algún día no se cumple … vuelta a empezar. Ánimo.
