Porque ese mundo soñado no nos va a venir caído del cielo, no se hará realidad sin nuestra aportación, no se nos regalará desde fuera si no lo hemos propiciado desde dentro. No cambiará todo si antes no hemos ido cambiando cada una de sus partes. Y ahí radica nuestra responsabilidad y nuestro poder. Tu poder. Haz que cambie tu mundo y después todo cambiará. Haz pequeños gestos, asume pequeños retos, desarrolla tus pequeños proyectos y comprueba lo que sucede. Y para ello el mejor consejo que nos han dado en los últimos años: abre tu corazón. Sólo eso. Y si quieres, cuéntanoslo. Hazlo a través del correo cglobal@revistaconcienciaglobal.com y nosotros lo compartiremos con todos, porque ya sabes, ya sabemos, que el compartir multiplica los efectos en vez de sumarlos. Así ha sido siempre.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha cada semana te propondremos dos nuevos, elige el que (o los que) resuenen en ti y ¡adelante!
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha cada semana te propondremos dos nuevos, elige el que (o los que) resuenen en ti y ¡adelante!
20) Desplegando la magia que hay en ti
Bueno, hay quien piensa que la magia no existe, que es algo que queda bien en los cuentos o en las leyendas pero que no tiene nada que ver con la realidad. Nosotros creemos que sí, que es algo no sólo real, sino que es accesible a todos los que se pongan a favor de ella. Vamos a comprobarlo. Y la mejor forma de desencadenarla es ponerla al servicio de los demás.
Te proponemos lo siguiente: Elige a alguien que sepas que lo está pasando mal últimamente (emocional, económica, social o físicamente). Dedica un tiempo a impregnar tus mejores vibraciones de solidaridad, cariño, optimismo, transmutación, magia… en una pulserita de un color determinado y dásela a esa persona, enseñándole otra que tú llevarás igual que la suya.
Explícale que has puesto lo mejor de ti en ella y que si la lleva durante 21 días al menos, verá cómo se presenta una solución a algo que le preocupa mucho. Aclárale que entre vosotros dos estáis atrayendo esa solución y que vuestro nexo para ello serán las pulseritas, que debéis mirar con confianza y optimismo durante ese tiempo. Con esa confianza le harás ver que deberá hacer lo mismo con otra persona cuando se cumpla en ella.
Te proponemos lo siguiente: Elige a alguien que sepas que lo está pasando mal últimamente (emocional, económica, social o físicamente). Dedica un tiempo a impregnar tus mejores vibraciones de solidaridad, cariño, optimismo, transmutación, magia… en una pulserita de un color determinado y dásela a esa persona, enseñándole otra que tú llevarás igual que la suya.
Explícale que has puesto lo mejor de ti en ella y que si la lleva durante 21 días al menos, verá cómo se presenta una solución a algo que le preocupa mucho. Aclárale que entre vosotros dos estáis atrayendo esa solución y que vuestro nexo para ello serán las pulseritas, que debéis mirar con confianza y optimismo durante ese tiempo. Con esa confianza le harás ver que deberá hacer lo mismo con otra persona cuando se cumpla en ella.
21) El camino de tus sueños
¿Tienes sueños, pero no sabes cómo comenzar a “moverlos”? ¿Te cuesta “echar a andar”? ¿Dudas cuál será el mejor modo para propiciarlos? Bueno, si tienes grandes sueños es casi hasta normal que sea así. ¿Qué tal si dejamos de agobiarnos y nos ponemos en marcha? ¿Sí?
Para eso siempre hay que dar un primer paso, uno normalmente sencillo, corriente, pero que es tan necesario como todos los demás. Y eso es lo que te proponemos. Has de hacer algo pequeñito, simple, asequible, pero que vaya en la dirección de un gran sueño que tengas. Por ejemplo, si quieres cambiar el “clima” de tu centro de trabajo puedes empezar por tu puesto, por tu mesa, por ordenarla o poner una planta bonita o hacer que la iluminación sea la adecuada…
Si quisieras enamorar a alguien podrías empezar por sonreírle, sólo sonreír, o mirar a esa persona a los ojos... Si quieres hacer un gran viaje empieza a ver catálogos o a mirarlo por Internet.
Una vez hayas dado ese primer paso ya puedes empezar a pensar y practicar el siguiente, pero no antes. No te propongas conseguir tu sueño de golpe, céntrate en ese pequeño objetivo que tienes por delante, sólo en ese. Ah, y cada vez que cumplas un pequeño objetivo, date un premio. También pequeño, pero no dejes de celebrar cada paso que des. ¿De acuerdo?.
Para eso siempre hay que dar un primer paso, uno normalmente sencillo, corriente, pero que es tan necesario como todos los demás. Y eso es lo que te proponemos. Has de hacer algo pequeñito, simple, asequible, pero que vaya en la dirección de un gran sueño que tengas. Por ejemplo, si quieres cambiar el “clima” de tu centro de trabajo puedes empezar por tu puesto, por tu mesa, por ordenarla o poner una planta bonita o hacer que la iluminación sea la adecuada…
Si quisieras enamorar a alguien podrías empezar por sonreírle, sólo sonreír, o mirar a esa persona a los ojos... Si quieres hacer un gran viaje empieza a ver catálogos o a mirarlo por Internet.
Una vez hayas dado ese primer paso ya puedes empezar a pensar y practicar el siguiente, pero no antes. No te propongas conseguir tu sueño de golpe, céntrate en ese pequeño objetivo que tienes por delante, sólo en ese. Ah, y cada vez que cumplas un pequeño objetivo, date un premio. También pequeño, pero no dejes de celebrar cada paso que des. ¿De acuerdo?.