Me dejó todo cuanto poseía: tradiciones, moral, cariño, pertenencias, el amor por la vida, una forma de trabajo, cómo alimentarme, las ganas de vivir y convivir con las pequeñas cosas.
El trigo, la hortaliza, la huerta de sus sueños, la viña natural, su vino pisado con los pies en el viejo lagar sin luz eléctrica, el aceite, la almendra, el carro con las mulas, la casa de piedra…
Sus costumbres en el desayuno, la leche de cabra, el café de puchero, el brandy de granel en envase retornable.
El frescor del pozo como refrigerador doméstico. El agua de la zafa reciclada tras lavarnos la cara, el cuerpo los pies, dejarla reposar. Al día siguiente, lavarnos las manos, los pies, regar el suelo, barrerlo, recoger los pequeños sedimentos. Tapar el hormiguero, alimentarlo. Sacar la cuadra, extender el estiércol bajo el almendro amargo.
Hacer las pasas, secar los higos, hacer conservas, confituras, mermeladas… Guardar la paja, el grano. Dejar que el vino se avinagre, que la leche se cuaje. Que la cal se ablande, mientras el sol se va y llegan las estrellas.
Mi padre me dejo la herencia que recibió de mis abuelos, no se si yo podré dejar lo mismo a mis hijos, el legado sostenible. El mundo se mueve de forma diferente, me esforzaré por seguir y dejar huella, el mundo se merece la atención que no ponemos.
Como preservar el agua, cuidarla, recogerla, beberla, recibirla, acariciarla, sonreír con ella, aun sabiendo que es un ser finito.
Cerca de 1.200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial vive hoy en regiones con escasez de agua, y otros 500 millones se están aproximando a esta situación.
La agricultura es el mayor consumidor de agua a nivel mundial, con una 70 por ciento del agua dulce procedente de lagos, ríos y acuíferos.
Una persona necesita cada día entre 2 y 4 litros de agua potable para beber, pero son necesarios de 2.000 a 5.000 litros para producir su ración diaria de alimentos.
Se necesitan entre 1.000 y 3.000 litros de agua para producir un kilogramo de arroz y entre 13.000 y 15.000 para producir uno de buey alimentado con cereales.
Desde 1.950, la superficie mundial dedicada al regadío se ha doblado, y el uso de agua para la agricultura, la industria y el consumo doméstico se ha triplicado.
1.100 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua corriente limpia, y 2.600 carecen de saneamientos.
1.000 millones de personas carecen del acceso al agua adecuada para cubrir sus necesidades básicas.
El trigo, la hortaliza, la huerta de sus sueños, la viña natural, su vino pisado con los pies en el viejo lagar sin luz eléctrica, el aceite, la almendra, el carro con las mulas, la casa de piedra…
Sus costumbres en el desayuno, la leche de cabra, el café de puchero, el brandy de granel en envase retornable.
El frescor del pozo como refrigerador doméstico. El agua de la zafa reciclada tras lavarnos la cara, el cuerpo los pies, dejarla reposar. Al día siguiente, lavarnos las manos, los pies, regar el suelo, barrerlo, recoger los pequeños sedimentos. Tapar el hormiguero, alimentarlo. Sacar la cuadra, extender el estiércol bajo el almendro amargo.
Hacer las pasas, secar los higos, hacer conservas, confituras, mermeladas… Guardar la paja, el grano. Dejar que el vino se avinagre, que la leche se cuaje. Que la cal se ablande, mientras el sol se va y llegan las estrellas.
Mi padre me dejo la herencia que recibió de mis abuelos, no se si yo podré dejar lo mismo a mis hijos, el legado sostenible. El mundo se mueve de forma diferente, me esforzaré por seguir y dejar huella, el mundo se merece la atención que no ponemos.
Como preservar el agua, cuidarla, recogerla, beberla, recibirla, acariciarla, sonreír con ella, aun sabiendo que es un ser finito.
Cerca de 1.200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial vive hoy en regiones con escasez de agua, y otros 500 millones se están aproximando a esta situación.
La agricultura es el mayor consumidor de agua a nivel mundial, con una 70 por ciento del agua dulce procedente de lagos, ríos y acuíferos.
Una persona necesita cada día entre 2 y 4 litros de agua potable para beber, pero son necesarios de 2.000 a 5.000 litros para producir su ración diaria de alimentos.
Se necesitan entre 1.000 y 3.000 litros de agua para producir un kilogramo de arroz y entre 13.000 y 15.000 para producir uno de buey alimentado con cereales.
Desde 1.950, la superficie mundial dedicada al regadío se ha doblado, y el uso de agua para la agricultura, la industria y el consumo doméstico se ha triplicado.
1.100 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua corriente limpia, y 2.600 carecen de saneamientos.
1.000 millones de personas carecen del acceso al agua adecuada para cubrir sus necesidades básicas.
Mi padre me enseñó que no es necesario tener grandes reservas de agua. El objetivo es lograr tener agua en cantidades suficientes para el mantenimiento de nuestro jardín o pequeño huerto, a la vez que podemos hacer con el ejemplo que otras familias y vecinos nos imiten intercambiando conocimientos, técnicas adquiridas y aplicadas a nivel de experiencias cooperantes en el uso del agua de riego y doméstica en nuestros hogares. Considerando que el líquido elemento cada vez es menor y las necesidades elementales no se satisfacen. Por eso, por él, por mí, por mis hijos, por el planeta, estamos trabajando en un proyecto de recuperación y aprovechamiento del agua para el Desarrollo Sostenible.
Este proyecto consiste en aprovechar el agua de lluvia y reciclarla mediante distintos sistemas y procesos heredados en el medio rural.
La recogida del agua de lluvia mediante canalones procedentes de los tejados y conducidos hacia aljibes, depósitos o embalses de materiales no contaminantes puede y supone en estas casas rurales un ahorro en la red local y en sus acuíferos de 400.000 a 500.000 litros de agua sobre la base de las lluvias caídas en el periodo de los últimos 12 meses. Esto a su vez tiene un importante ahorro de energía eléctrica ya que al estar los depósitos en la parte más alta de la parcela el riego se realiza por goteo.
El agua revierte en la tierra si erosionar, sin contaminar, en un riego controlado en la necesidad de las plantas específicas que sólo reciben riegos de auxilio y emergencia en las épocas más calurosas durante la noche.
También se utiliza el agua mediante depósitos de 200 litros en el tejado para abastecimiento de los servicios inodoros, que son canalizados a través de colector a la balsa de decantación y desagües del complejo, agua que una vez decantada pasa a formar parte del riego del arbolado de sombra y ornamenta.
El 80% del agua utilizada para la piscina procede del almacenamiento de la recogida en las épocas lluviosas. Utilizando el contenido de esta balsa de gresite para los primeros riegos de primavera: planteles, semillas, bebederos de aves silvestres, gallinero y caballerías.
Estas instalaciones son poco costosas y efectivas, son en si mismas el resultado corrector del derroche, evitando la prospección de pozos innecesarios.
Esto es lo que una pequeña unidad familiar intenta hacer cada día en sus aportaciones la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento del Desarrollo Sostenible. Cada día con sumo respeto nos ponemos manos a la obra fieles al legado de nuestros mayores y te lo contamos por si te vale de algo a tí, que también suscribes la CARTA DE LA TIERRA y que estás de acuerdo con sus valores y principios.
Este proyecto consiste en aprovechar el agua de lluvia y reciclarla mediante distintos sistemas y procesos heredados en el medio rural.
La recogida del agua de lluvia mediante canalones procedentes de los tejados y conducidos hacia aljibes, depósitos o embalses de materiales no contaminantes puede y supone en estas casas rurales un ahorro en la red local y en sus acuíferos de 400.000 a 500.000 litros de agua sobre la base de las lluvias caídas en el periodo de los últimos 12 meses. Esto a su vez tiene un importante ahorro de energía eléctrica ya que al estar los depósitos en la parte más alta de la parcela el riego se realiza por goteo.
El agua revierte en la tierra si erosionar, sin contaminar, en un riego controlado en la necesidad de las plantas específicas que sólo reciben riegos de auxilio y emergencia en las épocas más calurosas durante la noche.
También se utiliza el agua mediante depósitos de 200 litros en el tejado para abastecimiento de los servicios inodoros, que son canalizados a través de colector a la balsa de decantación y desagües del complejo, agua que una vez decantada pasa a formar parte del riego del arbolado de sombra y ornamenta.
El 80% del agua utilizada para la piscina procede del almacenamiento de la recogida en las épocas lluviosas. Utilizando el contenido de esta balsa de gresite para los primeros riegos de primavera: planteles, semillas, bebederos de aves silvestres, gallinero y caballerías.
Estas instalaciones son poco costosas y efectivas, son en si mismas el resultado corrector del derroche, evitando la prospección de pozos innecesarios.
Esto es lo que una pequeña unidad familiar intenta hacer cada día en sus aportaciones la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento del Desarrollo Sostenible. Cada día con sumo respeto nos ponemos manos a la obra fieles al legado de nuestros mayores y te lo contamos por si te vale de algo a tí, que también suscribes la CARTA DE LA TIERRA y que estás de acuerdo con sus valores y principios.
Juan Miguel Cuenca
http://www.laderrubia.com/
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