La alcachofa, un remedio para el hígado

Es originaria del Norte de África, como ya sugiere su nombre, que proviene de “Al-kharshûf” o “Al-qabsil”



Antonio Hernández

07/06/2017



 La alcachofa o alcaucil es una planta bianual o trianual, es decir, que si las heladas no la matan vuelven a surgir sus frutos durante dos o tres años de unos tallos gruesos y acanalados que pueden llegar al metro y medio de altura. Es originaria del Norte de África, como ya sugiere su nombre, que proviene de “Al-kharshûf” o “Al-qabsil”. La primera productora mundial es Italia con unas 500.000 toneladas anuales, seguida por España con 300.000.
 
En nuestro país se produce en la zona de Levante (Murcia, Valencia...) y en el Sur (Málaga y Huelva) una variedad con forma alargada cuyas hojas pueden adquirir una tonalidad violácea debido al frío ya que es la más temprana que se produce, desde principios de Noviembre en el Sur y casi a primeros de año en Levante.

A continuación vienen las de la zona de La Rioja, principalmente de Tudela (para mí son las mejores). Son redondeadas y las hojas, en su extremo, parecen querer recogerse hacia adentro formando un hoyuelo. Muy tiernas y jugosas duran hasta comienzos del verano. Las zonas de Málaga y Huelva producen asimismo las variedades más tardías. Son también redondeadas como las de Tudela, pero su hoja es más basta y suelen ser más insípidas.

Las propiedades que esta hortaliza tiene para el hígado y el estómago son increíbles. Resultan excelentes para los diabéticos porque son hipoglucemiantes, es decir, que su consumo habitual hace que disminuya la cantidad de azúcar en la sangre. La parte más carnosa de la hoja, comiéndola en crudo, ayuda a contrarrestar los ácidos del estómago, calmando así el llamado "ardor estomacal". Sin embargo está contraindicada durante la lactancia, porque el amargor de su composición puede pasar a la leche materna.

Es la hortaliza más rica en fibra, un excelente diurético y contribuye de forma notoria a bajar los niveles de colesterol en sangre. En medicina natural se utiliza para combatir la gota, el reuma, la anemia, la diabetes y los cálculos biliares.

Está especialmente indicada en problemas hepáticos (incluida la hepatitis), anorexia, dispepsia, hipertensión arterial, oliguria (producción escasa de orina) y estreñimiento. Beber el agua que resulta al cocerlas actúa como un gran protector estomacal y funciona igualmente como un eficaz protector del hígado. Regenera las células del hígado y aumenta la producción de bilis que ayuda en la digestión de los alimentos.

Se ha elaborado incluso un aperitivo a modo de vermouth, llamado Cynar, hecho mediante maceración de hierbas y hojas de alcachofa. En herboristería recomiendan el extracto líquido (30-40 gotas) dos o tres veces al día. ¿Y quién no ha oído hablar de la famosa Dieta de la alcachofa?

Son incontables los productos homeopáticos, herborísticos y parafarmacológicos que tienen la alcachofa como base o como componente. Al ser muy bajo su contenido en calorías, muy ricas en fibra y tener un demostrado efecto contra el llamado hígado graso es muy aconsejado su consumo en dietas adelgazantes.

VALORES  NUTRICIONALES  APROX. POR 100 GRS. 

Energía…………………..45 Kcal.
Carbohidratos.........10,6 grs.
Grasas…………………….0,35 grs.
Proteínas................2,5 grs.
Azúcares………………….0,95 grs.
Fibra………………………..5,4 grs.
Fósforo...................75 mg.
Hierro.....................0,6 mg.
Calcio.....................48 mg.
Potasio…………………….270 mg.
Magnesio…………………42 mg.
Zinc…………………………0,5 mg.
Vitamina A..............260 u.i.
Vitamina C……………….7,5 mg.
 
Temporada

Ahora estamos comenzando la temporada de esta maravillosa hortaliza. Proceden de Málaga y pronto aparecerán en el mercado las que se producen en la costa levantina. A la hora de comprarlas procura que estén duras al tacto y que no tengan manchas oscuras, pero si están un poco blandas tampoco te preocupes, porque solo han perdido algo de humedad que se recupera con la cocción.

Curiosidad

Cuando las compres y las conserves hasta su utilización no debes ponerlas en contacto con otras hortalizas, porque les transmitirá el amargor característico que le confiere una sustancia llamada cinarina que desaparece al cocerla.
 






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