Testimonio de un Caminante del Corazón



Eugenio Azurmendi (Manos Generosas)

23/03/2024

Relato de mi proceso de transformación a través del Camino del Corazón



Foto de Håkon Grimstad en Unsplash
A pesar de que conocía de la existencia del Camino del Corazón desde el año 2009, tuvo que pasar un año para que surgiera en mí un impulso interno que me llevara a iniciarme en el 2010.

Por aquel entonces, transitaba yo por mi "versión personal 5.6” (56 años) … una especie de diamante en bruto (más bruto que diamante en ocasiones...), que pese a tener un gran corazón, un innato sentido del humor, y una sabiduría profunda... quedaban estas cualidades ensombrecidas por dos causas fundamentalmente:

Un comportamiento algo alocado, impulsivo y desequilibrado
y una comunicación y relación personal un tanto inmadura.

El encuentro con el Camino del Corazón, me resultó gratificante pues al instante me sentí aceptado y confiado, gracias en gran parte por el ambiente de los cálidos abrazos que compartíamos entre todos, de modo incondicional, (que eran los primeros que yo recibía... y daba…)

Mi experiencia en los encuentros siempre ha sido parecida: Llegaba algo retraído y vacilante y tras los primeros intercambios de abrazos y risas con los caminantes, sentía cómo una energía cálida y armoniosa nos envolvía a todos, en una burbuja espacio- temporal donde quedábamos todos sincronizados en la misma frecuencia.

Mi corazón, al igual que el de los compañeros, se abría de par en par, y compartíamos en grupo nuestra problemática personal, con naturalidad y facilidad, gracias a la escucha respetuosa y sin juicio de los demás compañeros.

Así, encuentro tras encuentro, aprendiendo voluntariamente por comprensión, SIN DOLOR, de forma alegre y divertida, con el apoyo del grupo, las energías envolventes del encuentro, el paquete energético personalizado... y algo de magia incluida, ¿por qué no decirlo?... Iba poniendo en práctica lo vivido en los talleres en mi día a día, a mi vuelta a casa.

Sin apenas darme cuenta, se estaba produciendo en mí una transformación silenciosa, continuada y profunda.
 
Fueron desapareciendo y diluyéndose mis traumas de la infancia, bloqueos, inseguridades, limitaciones personales, carencias afectivas, complejos…

Emociones no reconocidas como la tristeza, arraigada en mí desde la infancia... que generó en compensación un comportamiento “ligero y ruidoso " que, si bien me ayudó en su momento, perjudicaban mi comunicación y relaciones personales posteriores.

Las  "llaves" que iba recibiendo eran para mí el reconocimiento de las mejoras que iba logrando a nivel personal, con las que se abrían ante mí nuevas potencialidades.

Poco a poco la superación de “posadas” (etapas) en el Camino del Corazón, me ha llevado a constituir mi propia "posada": La Posada de Interiorizar... y puedo decir que, al día de hoy, gracias a esta evolución:

Estoy más consciente de vivir desde el corazón, responsabilizándome de crear mi mejor realidad, ese mundo nuevo que todos queremos ver afuera.

He cambiado el modo en que percibo e interpreto la vida y las situaciones, dado que gestiono mejor mis pensamientos y emociones, por tanto, mis estados de ánimo y las respuestas que doy a las situaciones que me presenta la vida.

Tengo mayor consciencia y observación interior, que hace que reaccione menos, y pueda manifestarse más Paz y "bien-estar" en mí.

Rescato mi sabiduría profunda y recibo respuestas desde el interior de mi corazón.

Realizo mis tareas con eficiencia amorosa y practico el amor compasivo hacia los demás, empezando por mí mismo.

Mi comportamiento es ahora más maduro y mi comunicación y escucha han mejorado notablemente, facilitando mucho mis relaciones personales.

En definitiva, una mejor versión personal, ésta de ahora es la 7.0 (70 años… catorce años después de iniciado el camino) con la que comienzo una nueva etapa de mi vida con ilusión de seguir caminando y des-cubriendo cosas (me encanta esta palabra ...
"quitar lo que cubre", a lo que ya está), afrontando nuevos retos desde el corazón, aportando mi Presencia a quien lo necesite y allí donde se necesite.

Agradecimiento a los GRANDES Posaderos (HH.MM) del Camino del Corazón y a sus maestros posaderos Luis y Maria, que han sabido acercar el CdC, a toda persona dispuesta a "caminar". 
      
Riva de Ruesga, a 4 de marzo de 2024.






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