Maletín de herramientas para un mundo mejor XIX



Rafael Ruiz Centeno

26/11/2022

Un mundo mejor, un mundo pacífico, un mundo justo, un mundo vibrante, un mundo hermoso … Ese mundo al que todos aspiramos. Pero no basta con desearlo, hemos de merecerlo. Y para eso tenemos que ponernos en marcha. Porque ese mundo soñado no nos va a venir caído del cielo, no se hará realidad sin nuestra aportación, no se nos regalará desde fuera si no lo hemos propiciado desde dentro. No cambiará todo si antes no hemos ido cambiando cada una de sus partes.



Foto de Lina Verovaya en Unsplash
Y ahí radica nuestra responsabilidad y nuestro poder. Tu poder. Haz que cambie tu mundo y después todo cambiará. Haz pequeños gestos, asume pequeños retos, desarrolla tus pequeños proyectos y comprueba lo que sucede. Y para ello el mejor consejo que nos han dado en los últimos años: abre tu corazón. Sólo eso. Y si quieres, cuéntanoslo. Hazlo a través del correo edicioneserenar@gmail.com y nosotros lo compartiremos con todos, porque ya sabes, ya sabemos, que el compartir multiplica los efectos en vez de sumarlos. Así ha sido siempre.
 
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos uno más, como siempre para que elijas el que (o los que) resuenen en ti y adelante:
 
(42) Menos es más
 
Uno de los caminos que han conducido a una sociedad como la nuestra a este estado de crisis y de búsqueda de sentido colectivo e individual al que hemos llegado es la idea de que para poder disfrutar de la vida hay que tener cuanto más mejor o que hay que ser alguien muy grande, o muy importante, o muy sabio… Y se nos ha alentado a participar en esa carrera sin importar si en esa búsqueda nos sentíamos bien, si podíamos ir saboreando metas intermedias, si ese estilo nos reconfortaba o no, si los términos serenidad, paz, felicidad, entraban dentro de ese esquema.
 
Y vista la experiencia, todo apunta justamente a lo contrario. Tener más cosas materiales, tener un cargo más alto, tener más fama o popularidad, acumular más conocimientos, se han revelado como algo adictivo que produce una insatisfacción crónica al comprobar como siempre parece haber otras personas por encima de nuestra posición en el aspecto que sea.
 
Muy bien, ¿cómo salirnos de esa rueda? Te propongo que te apoyes en un enunciado conocido como el Principio de Pareto, y que lo utilices para simplificar tu vida. Ese principio, también conocido como el del 80/20 viene a decir que el 20% de lo que hacemos produce el 80% de beneficio, y por tanto el 80% de nuestra actividad nos reporta un 20% del mismo.
 
Los porcentajes no tienen que ser exactamente esos (pueden ser el 70/30 ó del 90/10), pero sí que nos indican una tendencia que suele darse en casi todos los casos. Y no sólo se refiere a nuestra actividad, sino que podría extrapolarse a muchos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, el 20% de nuestra ropa nos la ponemos el 80% de las veces, o el 20% de las utilidades de nuestro ordenador o móvil las utilizamos el 80% de las veces mientras que al otro 80% le damos uso tan sólo un 20% de las veces, etc…
 
Pues te propongo que estudies eso en tu caso y que confecciones incluso una lista ordenada en función de ese peso relativo en los resultados, y que te desprendas de todos esos bienes, todos esos esfuerzos, todas esas horas, toda esa actividad que ocupa mucho de ti y apenas te reporta beneficios.
 
Revisa ropa, revisa libros, revisa tu horario, revisa actividades, y deja cualquiera de esas cosas que no hacen más que ocupar tu tiempo o tus energías y que no son positivas o adecuadas en términos de eficiencia. Comprobarás como de pronto dispones de más tiempo libre que ocupar en algunas otras “cosas” más productivas, una de las cuales podría ser simplemente relajarte y descansar. Pero hasta para eso elige bien entre las que se encuentren en el 20% adecuado.






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