La magia está en nosotros



Luis Arribas Mercado

02/12/2023

La magia es un concepto que abarca diversas creencias, prácticas y fenómenos que buscan influir sobre la realidad mediante el uso de fuerzas sobrenaturales, ocultas o desconocidas.



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La magia se diferencia del ilusionismo, que es un arte escénico que crea la apariencia de lo imposible mediante trucos, técnicas y habilidades que engañan a los sentidos del espectador.
 
La magia tiene una larga historia que se remonta a las antiguas civilizaciones, donde los magos, chamanes, brujos y hechiceros eran considerados poseedores de poderes especiales que les permitían comunicarse con los dioses, los espíritus, los astros y las fuerzas de la naturaleza. La magia se basaba en el conocimiento de rituales, símbolos, palabras, objetos y sustancias que podían alterar el curso de los acontecimientos, curar enfermedades, adivinar el futuro, causar daño o beneficio a otras personas, y realizar otros prodigios.
 
La magia ha sido objeto de estudio, admiración, temor y persecución a lo largo de la historia. En algunas épocas y culturas, la magia fue aceptada como una forma legítima de conocimiento y práctica, mientras que en otras fue rechazada, condenada y castigada como una forma de engaño, herejía y maldad. La magia también ha sido fuente de inspiración para la literatura, el arte, el cine y la fantasía, dando lugar a numerosas obras que exploran sus posibilidades, sus límites y sus consecuencias.

TIPOS DE MAGIA

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La magia se puede clasificar en diferentes tipos según su origen, su finalidad, su método y su objeto. Algunos de los tipos más conocidos son: 
Magia natural: Es la que se basa en el uso de las propiedades ocultas o misteriosas de la naturaleza, como las plantas, los animales, los minerales, los elementos y los fenómenos naturales. La magia natural busca comprender y manipular las leyes que rigen el mundo material, y se asocia con la alquimia, la astrología, la medicina y la ciencia. Magia divina: Es la que se basa en el contacto y la invocación de seres superiores, como los dioses, los ángeles, los santos y los demonios. La magia divina busca obtener la ayuda, la protección, la bendición o el favor de estas entidades, y se asocia con la religión, la teología, la oración y el sacrificio. Magia ceremonial: Es la que se basa en el uso de rituales, símbolos, palabras, gestos y objetos que tienen un significado y un poder específicos. La magia ceremonial busca crear un vínculo entre el mago y las fuerzas que desea controlar, y se asocia con la magia hermética, la cábala, la gnosis y el ocultismo. Magia simpática: Es la que se basa en el principio de que lo semejante atrae a lo semejante, y que lo que se hace a una cosa se hace a otra que está relacionada con ella. La magia simpática busca influir sobre una persona o una situación mediante el uso de objetos que la representan, como muñecos, imágenes, nombres, cabellos, uñas, etc. La magia simpática se asocia con la magia popular, el vudú, el mal de ojo y las maldiciones. Magia mental: Es la que se basa en el poder de la mente, la voluntad, la imaginación y la intención del mago. La magia mental busca crear la realidad deseada mediante el pensamiento, la visualización, la afirmación y la sugestión. La magia mental se asocia con la psicología, la hipnosis, la meditación y la ley de la atracción.

MAGIA Y OCULTISMO

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La magia y el ocultismo son conceptos que están estrechamente relacionados, pero no son exactamente lo mismo. La magia es el arte o la ciencia de influir sobre la realidad mediante el uso de fuerzas sobrenaturales, ocultas o desconocidas, mientras que el ocultismo es el estudio de esos conocimientos y prácticas misteriosas. Se puede decir que la magia es una parte del ocultismo, pero no todo el ocultismo es magia. El ocultismo también abarca otras disciplinas como la alquimia, la astrología, la cábala, el gnosticismo, el hermetismo, la teosofía, etc. que no necesariamente implican el uso de la magia.
 
La relación entre la magia y el ocultismo se puede rastrear desde la antigüedad, cuando los antiguos magos, chamanes, brujos y hechiceros eran considerados poseedores de poderes especiales que les permitían comunicarse con los dioses, los espíritus, los astros y las fuerzas de la naturaleza. Estos sabios ocultos se basaban en el conocimiento de rituales, símbolos, palabras, objetos y sustancias que podían alterar el curso de los acontecimientos, curar enfermedades, adivinar el futuro, causar daño o beneficio a otras personas, y realizar otros prodigios.
 
La relación entre la magia y el ocultismo se ha mantenido a lo largo de la historia, aunque ha sufrido cambios y transformaciones según las épocas y las culturas. En algunas épocas y lugares, la magia y el ocultismo fueron aceptados como formas legítimas de conocimiento y práctica, mientras que en otras fueron rechazados, condenados y castigados como formas de engaño, herejía y maldad. La magia y el ocultismo también han sido fuente de inspiración para la literatura, el arte, el cine y la fantasía, dando lugar a numerosas obras que exploran sus posibilidades, sus límites y sus consecuencias.
 
La relación entre la magia y el ocultismo es un tema fascinante y complejo, que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad, el conocimiento, el poder y la ética. La magia y el ocultismo nos plantean la posibilidad de que existan otras formas de entender y transformar el mundo, más allá de lo que nos dicta la razón, la ciencia y la lógica. La magia y el ocultismo nos desafían a cuestionar nuestros límites, nuestros prejuicios y nuestros miedos, y a abrirnos a la maravilla, la curiosidad y la creatividad.






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